Intención de oración para el mes de Agosto 2024

Intención de oración para el mes de Agosto 2024

"Para que cada mílite, siguiendo el ejemplo de san Maximiliano María Kolbe, nuestro fundador, sepa hacerse don para los hermanos"       

En la sección introductoria de los escritos de San Maximiliano Kolbe, escribe la siguiente: «El p. Kolbe ha empleado muchos años por amor, en el nombre de la Inmaculada y por su gloria, fascinando por su grandeza y por su misterio, y deseoso de compartirlo con sus hermanos»

Una de las grandes riquezas que nos deja San Maximiliano es su vida espiritual. Su camino espiritual estaba caracterizado por del abandono confiado en las manos de Dios y de la Inmaculada, esto siempre fue uno de sus principales objetivos de sus propósitos y en ello se empeñaba constantemente en las cosas concretas de su vida cotidiana. Si queremos como mílites seguir el ejemplo de este gran santo, podemos iniciar por asumir ese mismo ideal y poner todo nuestro empeño en poder vivirlo de tal manera que la confianza y el anonadamiento sean esas virtudes que resalten en nuestra vida. Esta se evidencia en una uno de sus Ejercicios espirituales: «Abandónate cada día más en las manos de Jesús y de la Inmaculada» y a lo que agrega a continuación «No te apenes por las contrariedades y las dificultades; déjalo todo a la Inmaculada: hará lo que desee» (EK 975). Aquí se puede destacar que el P Kolbe, que su confianza era plena, incluso en las adversidades de la vida, era consciente que solo debí de confiar en Dios, y sobre todo en la intercesión de la Inmaculada, de quien esperaba todo.

Además, toda su vida estaba en función de propagar el Reino y deseaba que todos tuvieran ese mismo interés, que ninguna oportunidad fuera desaprovechada, es “el ya y el ahora”, el tiempo apremia y el único tiempo que se tiene es el Presente. La importancia de ocuparse en ello, y de saber ver las oportunidades que se presentan en la vida cotidiana. «No dejes pasar ninguna ocasión para difundir el Reino de la Inmaculada en las almas y, por medio de él, el Reino del Corazón de Jesús» (EK 975).

Aquí he escuchado muchas veces entre los Mílites este lema: “Conquistar corazones para Jesús a través de María”, implica además un anonadamiento, un morir a sí mismo, un negarse a sí mismo. San Maximiliano escribe: «Olvídate de ti mismo y piensa en conquistar los corazones para la Inmaculada y, por consiguiente, para el Smo. Corazón de Jesús, a fin de agradar cada vez más a este Corazón Divino» (EK 975). Es muy claro el mensaje que da para todo aquel que se pone al servicio del Reino, y cual es su tarea fundamental. Esta es una clave importante para nuestro proyecto de vida como milites, la misión está muy clara y es bien concreta.

A todo esto, por último, podemos agregar, como la acción más trascendente de su vida en la que manifiesta su entrega total a la voluntad divina y de la Inmaculada es la de ser el mártir de la caridad. Pues todo lo que ha procurado a lo largo de su vida: la fundación de la Revista, el convento de Niepokalanów y todo su apostolado, tiene como origen y finalidad el amor. «Al P Kolbe le interesa que, en el amor a la Inmaculada, el mayor número de personas puedan alcanzar la santidad y con ella la felicidad auténtica». Y esto se concretiza sobre todo en el acto de amor al prójimo más grande, hasta dar su vida. En unos de sus escritos dice: «Por este ideal quiero trabajar siempre, sufrir y hasta dar en sacrificio la vida» (EK 884); luchó vivir siempre su ideal, incluso hasta dar su vida por amor al otro.

Que todos los mílites también sepamos vivir estas virtudes de nuestro P, Kolbe, y que sepamos a morir a causa del Evangelio, en bien de nuestros hermanos. Seamos valientes en acoger las palabras de Jesús: «Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía, la encontrará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? ¿O cuánto podrá pagar el hombre por su vida?» (Mt 16, 25-26).

Seamos valientes anunciadores de la Buena noticia y seamos prontos en conquistar Corazones para Jesús a través de María.

Paz y bien.

Fray Erit Roberto Peralta Mercado, ofm Conv

 

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