Intención de oración para el mes de Octubre 2024

Intención de oración para el mes de Octubre 2024

"Para que san Francisco nos haga sus verdaderos hijos por medio de la Inmaculada, Reina de la Orden Franciscana."



Este gran santo de este siglo supo ver en la maternidad de la Inmaculada el don la unidad y la comunión, especialmente de la primera orden en las tres obediencias y esto sería posible por el amor a la Inmaculada. Se puede decir entonces que, para el P. Kolbe, María es signo de comunión y unidad, considerando que el proyecto genuino del su Inmaculado Corazón es la unidad. En una de sus cartas hace mención a ello, escribiendo: «Entonces de desvanecerán los motivos de la separación de los bernardinos, de los capuchinos y de los demás» EK 485 (los bernardinos se refiere a los OFM). El P. Kolbe reconoce que las divisiones son dolorosas, pues las relaciones interpersonales están fragmentadas, pero cree que en María es posible restablecer los vínculos de comunión;  «y finalmente, después de una laceración tan larga y dolorosa de la Orden del Padre San Francisco, regresarán todos a la madre de origen bajo el estandarte de la Inmaculada, o más bien junto a su Corazón maternal, como cosa y propiedad suya, como MI.» (EK. 485). En María nos hacemos uno, nos hacemos hijos de Ella e hijos de Dios.

Además, Ella nos llama a una misión, que es una sola: la de conquistar el mundo entero a través de María. «y entonces, aún con más rapidez y facilidad los “frailes de Francisco” irán a la conquista del mundo entero por Ella, por la Inmaculada, ya que todos ellos habrán sido escogidos para tal misión» (EK 485). Si es cierto que el término de conquista suena ajeno en el vocabulario de San Francisco. Esto solo se puede entender a la luz de la predicación a través del testimonio, escrita en las florecillas de cuando San Francisco invita a un hermano para salir a predicar:

«¡Vamos a predicar!», dijo el hermano Francisco a uno de sus compañeros. Y salieron a predicar. Con las manos metidas dentro de las mangas, la capucha sobre la cabeza, uno delante y el otro detrás, en silencio, dieron un largo paseo por la ciudad de Asís y volvieron al lugar de los hermanos... - «Pero, Padre, ¿y el sermón?». - «Hermano, ya hemos predicado, dando ejemplo de humildad y de mortificación a las gentes de Asís»[1]. (Directorio franciscano).

Entendemos entonces que estos términos no se contradicen, simplemente se expresa de otro modo. Conquistar el mundo por medio de María es ponerse a su plena disposición, viviendo la Voluntad de María que es la misma Voluntad de Dios, pues, el querer de la Virgen María es el mismo querer de Dios; «Quien se acerca a Ella, por eso mismo se acerca a Dios, pero hace recorriendo un camino más breve, más seguro, más fácil» (EK542). Vivir en la Voluntad de María es la forma más perfecta de vivir en la Voluntad de Dios, y esto implica una vida marcada por el testimonio Evangélico, una vida coherente y conforme a la fe que profesamos.

¿Y cómo podríamos llegar a ser verdaderos hijos de María? Pues el P. Kolbe nos diría que amando como la amó su Hijo Jesús, al cual nosotros debemos imitar, como lo escribe en una de sus cartas: «Le ruego que les diga a los queridos hermanos que de ninguna manera tengan miedo de amar demasiado a la Inmaculada, dado que -como afirmó nuestro P. Guardián [Cornelio Czupryk]­ -nunca conseguiremos amarla como lo amó Jesús. Y toda nuestra santidad consiste en imitar a Jesús». (EK 542) y esto nuevamente tiene su punto de encuentro con la espiritualidad de San Francisco, pues su regla de vida y la de los hermanos es vivir Según el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, en obediencia, en castidad y pobreza (RB 1), este es el mejor camino que el Seráfico encontró para imitar a Cristo, para seguirlo y configurarse con él, y en él se hizo verdadero Hijo de Dios y de María.

En P. Kolbe siempre fue un gran defensor del culto a la Inmaculada y de promover que la declaren Patrona de toda la Orden y de instar a que los hermanos deban promover el Culto a la misma. Y dice: «Deseo de que toda la Orden se ponga bajo el Patrocinio de la Virgen o más bien podría recordar que, si queremos que Ella sea nuestra Patrona y promueva la Orden también en otras Provincias, entonces también nosotros tenemos que ser fieles a Ella y buscar promover más su culto» (EK 630). Para él, María es la mediadora de las gracias, el camino más seguro para alcanzar la santificación, y ser verdaderos hijos de Dios, llegar a ser santos “Vivan de una manera completamente santa, porque Dios, que los llamó, es santo” (fc; 1Pe 1,15); y es ella que nos lo alcanza, porque «La Inmaculada es la mediadora de todas las gracias. Ahora bien, toda conversión y santificación es obra de la gracia» (EK 668).

Pidamos pues la gracia nos sea dada, la intercesión de San Francisco para ser verdaderos hijos de Dios, configurados a Cristo Jesús en el seno materno de la Inmaculada Virgen María.

 

¡Paz y bien!

 Fray Erit Roberto Peralta Mercado, ofm Conv

[1] https://www.franciscanos.org/espiritualidad/GhinatoA-ElBuenEjemploFranciscano.htm

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